Diseños técnicos de proyectos PV en fase administrativa vs. fase de construcción

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El sector energético vive un momento en el que conviven un elevado número de proyectos fotovoltaicos en desarrollo. Estos proyectos buscan, principalmente, cubrir la necesidad de suministro eléctrico al mercado de consumo, o lo que es lo mismo: el famoso reto de resolver la matriz energética de cada uno de los lugares donde pueda necesitarse el suministro.

A lo largo del desarrollo de estos proyectos, cuya duración es normalmente de unos cuatro años, podremos analizar cada una de las fases y optimizar las mismas. Las principales fases de un proyecto solar FV son:

  1. Evaluación y estudio de viabilidad, donde se evalúa la disponibilidad.
  2. Diseño y planificación: una vez que se confirma la viabilidad del proyecto, se procede a la realización del diseño y de una planificación detallada.
  3. Financiación y adquisición de recursos: como su propio nombre indica, se busca la financiación necesaria para llevar a cabo el proyecto.
  4. Construcción e instalación: una vez asegurados los recursos financieros y materiales, se inicia la fase de construcción e instalación de los componentes del proyecto.
  5. Pruebas y puesta en marcha, donde se llevan a cabo distintas pruebas y verificaciones para garantizar el correcto funcionamiento y rendimiento del proyecto
  6. Operación y mantenimiento.

Derivado de estos requisitos, el proyecto sufrirá diversas modificaciones, ajustando la oferta energética en cada fase, según las características que existan en la ubicación en donde se encuentre el proyecto.

Pero hablemos con más detalle de lo que supone cada una de las fases de un proyecto solar FV desde sus inicios.

Para el desarrollo de un proyecto fotovoltaico, es común comenzar con la prospección de los terrenos (i) y la capacidad de evacuación a la red (ii). Esto se basa en analizar cuánto terreno se cree que es posible asegurar, y qué cantidad de energía se podría verter al sistema. Es aquí donde comienza la metamorfosis de un proyecto en su camino hacia su ejecución. En esta fase primitiva, es común plantear dimensionamientos unitarios de generación (típicamente 1 MW), con la intención de escalar dicha unidad y adecuarla a las condiciones (I) y (II) anteriores.

Partiendo de la prospección inicial de extensión de terreno, se hace una revisión de características del terreno utilizando como base datos públicas como (a) líneas eléctricas, (b) cuerpos de agua, (c) caminos públicos, (d) centros urbanos, (e) infraestructura, (f) topografía, y (g) geomorfología, (h) zonas arqueológicas, (j) concesiones mineras y/o (k) áreas naturales protegidas/restringidas, entre otros. Adicionalmente, se acude al lugar donde se construirá la planta para constatar los elementos identificados, e incluir algunos que pudieran no recogerse en las bases de datos de libre acceso. Esta evaluación servirá para hacer la primera propuesta de implantación de potencia.

Dicha propuesta de diseño deberá prever las características del terreno identificadas, así como posibles reducciones en la potencia a instalar. Para ello se toman como referentes equipos que estarán a la venta en años venideros, así como una ocupación de aproximadamente 35% de la superficie total pensada para esta etapa. Estas medidas permitirán realizar ajustes de cara a las restricciones que serán determinadas en etapas futuras.

Tras este proceso, el proyecto estará listo para ser sometido al primer escrutinio administrativo por parte de las autoridades, dando el primer paso hacia su fase de construcción. Será en este momento en el que, de forma paralela al avance de la etapa administrativa, deberá comenzarse la tramitación de permisos sectoriales, en función del tipo de restricciones encontradas en la localización. En caso de obtenerse el visto bueno preliminar de la administración, se continuarán con los trabajos de verificación en el área de implantación.

Lo explicado en el párrafo anterior generalmente se realiza a partir de estudios de (a) impacto ambiental, (b) afecciones al patrimonio, (c) hidrología e hidráulica, y/o (d) evaluaciones geotécnicas, por mencionar algunos. La intención de todo esto es afinar los detalles para las limitaciones de implantación y perfilar la propuesta en el avance del proceso administrativo, teniendo en cuenta que deberán excluirse todas aquellas superficies cuya ocupación suponga un sobrecoste excesivo, o se encuentren restringidas o prohibidas por el marco legal y/o administrativo.

A partir de las conclusiones obtenidas de los estudios técnicos de detalle, se realizará una revisión del proyecto, y se ajustará la propuesta para someterse al rigor de la autoridad medioambiental. Para aquellas resoluciones de Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positivo, es común obtener condicionantes, que deberán recogerse como parte de la siguiente etapa de diseño. Para este momento, nuestro lector se habrá dado cuenta que un proyecto no es un planteamiento estático, sino algo dinámico, con vida propia, al cual se van sumando y restando requisitos en función de las características que van encontrándose durante su desarrollo. Si bien, el alcance de revisión es muy similar, los hallazgos varían significativamente de un proyecto a otro.

Es en este punto, podemos considerar que el proyecto se encuentra en una etapa avanzada de desarrollo. Será ahora cuando deba terminar de recabarse todas las licencias y permisos que han sido tramitados en paralelo con las revisiones administrativas del diseño. Una vez considerandos todos los cambios y limitantes que condicionan el proyecto administrativo, se entregará a un EPCista adjudicado con la ejecución del proyecto para realizar los cambios finales.

Al ser el EPCista el encargado de la ingeniería de detalle, la procura de componentes, y la construcción del proyecto, éste suele realizar ajustes para materializar la obra con base en su experiencia como ejecutor. Entre los cambios más comunes, se encuentra el reemplazo de modelos y fabricantes de equipos, ajustes en las especificaciones de componentes, y variaciones a los planos que no comprometan la integridad de los permisos obtenidos al momento.

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